Arte Feminista


Las mujeres no siempre han sido aceptadas en el campo artístico como "artistas por derecho propio".
Es en el siglo XIX que las mujeres empiezan a despegar en la escena artística con un empujón bien reivindicado en el siglo XX. Durante mucho tiempo, trabajaron en el anonimato y algunas veces los hombres se hicieron cargo de su trabajo.
La representación de las mujeres en el siglo XIX es una época particular para las mujeres, pero para los hombres también porque aparece la historia del feminismo que es un movimiento que revindica la igualdad cívica y civil de las mujeres y de los hombres.
Al principio se revindica principalmente por el derecho de votar, las condiciones de trabajo, los derechos a la educación de las mujeres.
Un poco más tarde aparecen las desigualdades de las leyes y las desigualdades culturales y se pone en tela de juicio el lugar de las mujeres en la sociedad.

En este periodo, algunas mujeres han decidido reivindicar sus derechos a partir del arte, a través de producciones artísticas de feministas centrándose en las características (físicos, mentales y sociales) específicas para el género femenino. Esta lucha, al principio, pasa por una exploración del cuerpo femenino, de una representación de la intimidad femenina, provocante y violente.

Una de las grandes artistas, de los años 70, que mas me llama es Niki de Saint-Phalle. Nacida en 1930 en Neuilly sur Seine en Francia fue escultora, pintora y cineasta francesa. Sus obras estan llenas de emociones intensivas y fuertes, que pueden ser tanto la alegría como la ira. Muchas de sus obras representen la violencia.


Las “nanas” de Niki de Saint-Phalle representan las mujeres grandes y redondas con colores multicolores. Son interesantes por sus feminidades exuberantes, representan la alegría. Ellas parecen bailar y nos invitan a hacer la fiesta con ellas.

"Les Trois râces" Museo national de las mujeres en las artes, Washington

La más conocida de sus obras es “Hon”. 

Expuesta en 1966 en el museo de Estocolmo, es una giganta alargada, las piernas abiertas que se visita entrando por su sexo. Y dentro los visitantes encuentran otras obras de arte coloradas. 


















Al principio, son modelos y luego se convierten en esculturas de papel maché y poliester policromado. Se montan en marcos y se cubren con textiles ensamblados después de sumergirlos en el pegamento. 
Más tarde Niki de Saint-Phalle construirá el jardín del Tarot en Garavicchio en la Toscana.


Niki de Saint-Phalle ha escrito una letra a su amigo imaginario donde revela su personalidad emocionante, rebelde y feminista. Hay cosas que me emocionan y que seguramente emocionan a otras personas cuando escribe estas pocas palabras:

"No quería ser como ellos, los guardianes del hogar, quería el mundo y el mundo pertenecía a los hombres. Una mujer podía ser reina en su colmena y eso era todo". 

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